Han pasado ya algunos días desde que la vida se acomodó diferente a los planes de todos y en medio del silencio, que me parece el sonido más oportuno para la época, empezamos a ser como el agua, que cala lento, hasta que irrumpe, y que copia las formas de su contenedor sin perder la suya eternamente, porque el agua tiene memoria, al igual que nosotros. Pero mientras la recuperamos -nuestra forma o nuestra memoria- cada uno planeó un escape, yo personalmente he dedicado muchas de mis horas a lecturas insospechadas que me han enriquecido profundamente y al disfrute de espacios tanto reales como imaginarios que le han dado potencia a mis creencias y me he descubierto más de una vez profundamente contenta reflexionando sobre lo obvio, sobre lo que no había logrado ver pero que ahora no quiero dejar de admirar.

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A partir de esto y desde una profunda contradicción de lo que debería hacer como persona (amparada en el silencio de encontrar mis propios tesoros) y como marca (de “conectar con mi audiencia”) es que abro este espacio donde sencillamente quiero compartir parte de las cosas que he encontrado y que me han ayudado a nutrir mi estética. Antes de seguir quiero que vean la estética no como una característica superficial sino como todo lo contrario, como esa razón que nos conmueve y nos deja pensando, ya sea por ese sentimiento familiar y reconfortante o por la sensación de lo inexplicable que nos atrapa. Desde esta concepción siento la necesidad promover un espacio donde alimentar las estéticas, como herramienta para empezar a entender, apreciar o transformar nuestra cotidianidad desde dimensiones variadas.

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Empiezo este ejercicio con el ánimo de proporcionarles a todos los que quieran, un espacio calmo donde escampar de lo recurrente y apremiante de los días venideros. Siendo mi mayor consejo, sin embargo, que se alejen lo mas que puedan de todas estas pantallas alienantes, para que vean por la ventana, madruguen por un amanecer, sientan el aire o descubran los rincones de su casa y de su mente. Pero si lo anterior no llega a ser suficiente, espero realmente que este espacio virtual no sea una cadena mas sino un respiro donde dejar flotar nuestra mente y apreciar lo bello y lo sublime.